sábado, 29 de noviembre de 2008

No me queda nada

No quedan bancos en los parques
donde pueda echar una cabezada,
no me queda ni un poema de amor
ni una canción desesperada.

No me quedan batallas por librar,
ya casi todas las empaté.
No me quedan fuerzas para olvidar,
que nunca jamás te olvidaré.

No me quedan jueves universitarios,
no me quedan tardes de biblioteca,
ni manos de Dios, ni besos de Judas,
ni un abono en el estadio Azteca.

No me quedan amantes discretas,
un porro de maría, un gramo de farlopa,
adiós superagente secreta,
no sopla nunca el viento en la popa.

Ilusiones en la puerta del tercero,
recuerdos de mariachis y tequilas,
nadie a quien decirle te quiero,
sin ganas de estudiarme las pilas.

Solo me queda, esta rima envenenada,
es decir, ya no me queda nada,
y sin embargo,
soy feliz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aún te queda la vida y el futuro,
el hervor de la sangre, la esperanza,
inclinar de tu lado la balanza,
la fiebre de unos labios inmaduros.

Aún te queda, adivina adivinanza,
escondido, un claro en el oscuro,
te quedo yo, entre tanto hidrocarburo,
compartiendo contigo la añoranza.

Cris dijo...

eeey,si que te queden dijous universitaris..y bueno,si esigueres aci maria tmpc te'n faltaria..jeje.

un bes

Lula dijo...

Et queden moltes coses que ara mateix ni imagines!

Besotes