martes, 29 de marzo de 2011

Perdimos el tren (II)

Perdimos el tren es una història que vaig escriure ja fa molt de temps i que havia oblidat fins que la vaig trobar l'altre dia perduda per l'ordinador. Li estic llavant un poc la cara i la pujaré al blog per entregues (un total de 7). Esta és la segon, així que si no ho has fet i vols entendre alguna cosa, llig primer l'entrada anterior.

22:54

-“Busquemos un hotel, acá no vamos a poder dormir, uno tendrá que cuidar de las maletas, si nos quedamos los dos dormidos nos las podrían robar, vayamos a un hotel, un hostal, un albergue, no podemos pasar la noche acá”

-“Vos decís eso; la del no tenemos plata” y Simón habló en argentino, y odio cuando habla en argentino, porque siempre que me imita es para reprocharme algo, nunca habla en argentino para decirme cosas bonitas, sólo para criticarme, y lo odio más que eso, porque le sale fatal, no se le pegó nada el acento. Y siguió hablando, aunque gracias a Dios, ya en gallego. “La que cuando le propuse este viaje, dijo que no tenía dinero, la que cuando dije que yo se le pagaría, se negó por orgullo, y trabajo más horas en el pub, este verano. La que pierde el tren por una salchicha quiere ir a un hotel, pues yo no quiero Laura”.

-“Pues si no querés no vamos, lo dije por vos, yo dormí en sitios mil veces peores que este, pero como vos sos un señorito, se que lo vas a pasar mal acá” Porque Simón es un señorito. Yo a Simón sé que lo quiero, pero no sé porque lo quiero. Si que sé porque empecé a quererle, porque está mejor que el dulce de leche, está muy bueno Simón, pero es un señorito, y a mí nunca me gustaron los señoritos. Simón nunca sale de casa, si no tiene cada pelo en su sitio, o la camisa que lleva no lleva cada arruga en su sitio, porque viste ropa moderna, cara, de la que te tenés que poner arrugada conscientemente, y sólo le queda bien a los tipos como Simón, altos, delgados, y les queda mejor a los que son como Simón, muy guapos. Y Simón lleva una barba de cuatro pelos, que le hace parecer intelectual, pero se pasa horas frente al espejo retocándosela.

-“Yo voy a dormir, tu vigilarás las maletas, el tren lo perdimos por tu culpa, es lo justo, ¿no crees?"

-¡Un tren!, ¡un puto tren!, mañana a las 6 de la mañana hay otro tren, y a las 8 otro. Los trenes no se pierden, se pierde el tiempo que pasás lamentándote haberlos perdido.

-“¿Eres filósofa ahora?. Y eso si me jodió, porque sé que antes, jamás me hubiera contestado así, antes me hubiera dado la razón, porque además la tengo, y porque esa frase era genial. Y antes, le hubiera encantado que me durmiera, apoyada en él, y mientras me dormía hubiera enredado mis largos cabellos, en su dedo, y los hubiera vuelto a desenredar, y así hubiera pasado el tiempo, porque sé que le encantaba. Ahora él quería dormir. Y yo me siento egoísta, porque a lo mejor no le quiero tanto. A mí nunca me ha gustado verle dormir, porque por muy guapo que sea, ver dormir a alguien es aburrido, sea quien sea, y si eso es que no le quiero, pues no le quiero, porque a mi verle dormir me aburre profundamente.

-“Si vamos a un hotel, ¿lo pagas tu?" Y cuando me preguntó esto, vi que seguramente Simón no era para mí, porque cada vez encontraba menos motivos para quererlo, porque cada vez se parecía más a su padre. Porque los padres de Simón tienen plata, y la gente que tiene plata es porque piensa en la plata. Si tu te olvidás de la plata y te dedicas a vivir, lo pasas reconchudo, pero en la vida tenés plata. Y mis padres me enseñaron a vivir, no a acumular plata. Y Simón al principio, vivía, disfrutaba, y era medio loco, pero creo que le contagié yo, que hacía todo eso sólo por gustarme, y ya se cansó. Y pensé en dejarlo allí con su maleta, e irme, pero las opciones que tenía, eran los bancos de la fila de atrás, o el frío de la noche de Karslruhe, y allí me quedé. En los segundos que tardé en contestar busqué la frase más irónica, más subida de tono, algo que le molestara, algo que le hiciera darse cuenta de que la había cagado, que eso no era lo que esperaba de él, finalmente dije:


-“Si, yo pago, andate”

1 comentario:

Nando dijo...

Anirem seguint la historieta, que pinta entretinguda. Espere que acaben follant als serveis de l'estació.