martes, 27 de abril de 2010

Romance de la Praga medieval



El viernes se celebró la feria de abril en la posada,
gentes de todos lugares y condiciones acudieron al evento,
el señor feudal enfadado por no estar invitado al acontecimiento
irrumpió de malos modos y nos acabó fastidiando la jugada.
Recurrimos a la calle; proseguimos la fiesta en plazas y jardines,
bebimos licores, cervezas, llenamos rincones con nuestros orines,
finalmente nos resguardamos del frío en el sotano del castillo,
donde se desataron sucias pasiones, aquí te mato, aquí te pillo.

El sabado sin tiempo para recuperarnos de la resaca inevitable
iniciamos nuestro viaje rumbo a la capital del reino de Bohemia,
que con una gran acogida y cerveza fría a sus visitantes premia,
nos sorprendió pues creíamos que no eran gente muy amable.
El viaje transcurrió con la compañía de un hilo musical
incesante, nada agradable, con voz de barítono retirado.
Al llegar a nuestros aposentos pensamos en usar Cucal,
para poder vencer al ejército de bichos que había allí apalancado

Fuimos a visitar la ciudad: su reloj, su castillo, plaza Wenceslao...
Lideraba la expedición un antiguo noble, vestido con caras telas.
Venía también el famoso costalero, siempre medio atolondrao;
el tío es el puto amo, el mas famoso de todo el reino de Pucela.
Un nómada del reino de Valcárcel nos enseñó un nuevo lenguaje,
pero lo mejor del viaje fueron sin duda mis cuatro bellas musas
doncellas impresionantes que descendían de los más puros linajes
de los reinos de Aragorn, Sibilia y Emérita llegaron en carruaje,
para divertirme y dormir conmigo sin poner ninguna excusa.

El domingo conocimos a Pepito, de Valencia, como un servidor,
pero que residía en aquellas tierras desde tiempos inmemoriales
nos enseñó sus leyendas, sus historias, sus arrabales
todos nos pudimos dar cuenta de que el tío era un vividor.
La ciudad es preciosa, tan mágica, con tanta vida, tan medieval
pero el lunes se acercaba y era nuestra obligación ir a trabajar,
es por ello que este romance está poco a poco llegando a su final
espero que les haya gustado y que unas monedas puedan dejar.

1 comentario:

Nando dijo...

Una entrada bizarra, sí senyor.
Haguera rimat mès Wenceslado :)
T'imagine amb un laúd i malles. I de repent sense malles.
A vore si per fí fiquem data, i coneguem a eixes muses, collons.